Martín Payero quería una última temporada en la elite. Una más, posiblemente la última —que con él no es fácil asegurarlo al cien por cien— para terminar con 45 e irse en verano de 2022 donde todo empezó, en su San Juan (Argentina), aunque no sea jugando los World Roller Games con la selección de su país, sino con la que se ha nacionalizado, Angola. Pero para llegar allí primero había que conseguir que el Dominicos siguiera en la OK Plata. Un objetivo que estaba a solo un punto y que encaminó con un gol a los tres segundos de juego; que volvió a enderezar al transformar una directa tras el empate del Compañía de María; y que sentenció con otro tanto nada más abrirse la segunda parte. Un triplete de un chaval de 44 años que no se cansa de dar una lección tras otra. Acaba la temporada como el quinto máximo goleador de la categoría y lo que es más importante, habiendo alcanzado la meta grupal.

El Dominicos lo tenía todo a su favor. Es más, su rival, el Capellades, finalmente perdió —contra el Manlleu, que consiguió el ascenso a la OK Liga— con lo que incluso le hubiese valido la derrota en un descafeinado derbi coruñés, porque el Compañía de María llegaba sin la tensión inherente a este tipo de partidos, ya descendido y con prácticamente los justos para jugar —solo dos cambios—. Pero los de la Ciudad Vieja no querían tener que mirar para ninguna otra cancha. Dependía de ellos mismos y tenían que confirmar en la pista que son equipo de OK Plata.

Thank you for watching

El veterano delantero argentino solo tardó tres segundos en abrir el marcador. Un gol que allanaba el camino, pero que no podía servir para la relajación. Compañía no estaba allí por estar y sus malos resultados de esta temporada no significa que tenga malos jugadores. Todo lo contrario. Pelayo Aspra, baja durante parte del curso por lesión, empató mediado el primer tiempo. No les dio tiempo a disfrutarlo a los ayer locales, porque reaccionó Payero. Una azul a Nicolás Gutiérrez le plantó en el punto de directa. Ya había fallado una —por azul a Javi Jurado—. A la segunda, batió a Diego Lago. Compañía pudo empatar también a bola parada por una azul a Jacobo García, pero Aspra no acertó ante Neto y fue el 77 blanquinegro, que estaba en todas, el que sentenció al inicio del segundo tiempo. Los dos goles de diferencia dieron otro ritmo al partido. Dominicos no quería arriesgar. A Compañía no le iba en nada intentarlo. Ahora su guerra está en la OK Bronce. Ahí tendrá su vía para recuperar los derbis colegiales el próximo curso.